
A petición de los novios no daremos más detalles sobre su gran día. Sin embargo les llena de emoción que puedan acompañarlos. Nos permitieron compartir información relevante sobre los familiares asistentes a la boda. Nos vemos pronto!
Melina
Hernán

Melina, hija de Carlos y Eunice, creció marcada por la tragedia tras el suicidio de su madre, afectada por la pérdida de su hijo Hemón. Aunque siempre buscó el amor y aceptación materna, encontró apoyo en su padre y mantuvo un lazo especial con su hermano. Su vida dio un giro al ser casada con Hernán en un acuerdo político que se transformó en un amor verdadero. Compasiva y justa, Melina anhela formar un hogar lleno de amor, sanando así su pasado y dejando un legado de esperanza.

Hernán, hijo de Zeus y la mortal Araceli, vive dividido entre su herencia divina y humana. Aunque posee una fuerza sobrenatural como guerrero, también enfrenta constantes conflictos internos debido a su compleja identidad. Su vínculo con su madre es profundo, y su amor por ella choca con la figura de Hera, símbolo del orden divino. A pesar de su lucha interna, Hernán busca un futuro guiado por el amor y los lazos familiares, soñando con unir los mundos que lo separan.

Zeus

Zeus, dios supremo del cielo y el trueno, es una figura eterna y temida, venerada por su imponente poder y dominio celestial. Aunque posee una fuerza que trasciende lo humano, su corazón es frío y su carácter, rígido, reflejando milenios de reinado inquebrantable. Se presenta con una arrogancia impenetrable, convencido de su superioridad y del orden que impone. A pesar de estar casado con Hera, fue cautivado por la mortal Araceli, con quien tuvo a Hernán, fruto de una pasión que contradice su fachada severa. Aunque intenta ocultarlo, ese amor clandestino revela la complejidad de un ser atrapado entre la divinidad, el deber y los vestigios de una pasión que aún lo sacude.
Hera

Hera, poderosa esposa de Zeus. Ser suprema del matrimonio y de la familia es una figura majestuosa marcada por el rencor y la envidia. Las infidelidades de Zeus, especialmente su relación con la mortal Araceli y el nacimiento de Hernán, su hijo bastardo, han dejado cicatrices profundas en ella. Aunque mantiene una imagen imponente ante los dioses, en secreto alimenta su deseo de venganza. Hera proyecta su dolor y frustración en Melina, la esposa de Hernán, a quien envidia por tener el amor y la felicidad que ella perdió, y planea sabotear esa relación usando su poder y manipulación.

Araceli

Araceli, una mujer sabia y fuerte nacida en una aldea humilde, que fue marcada por un amor prohibido con Zeus que transformó su destino. A pesar de las tentaciones del Olimpo y la hostilidad de Hera, nunca perdió su esencia ni su humanidad. Madre de Hernán y Leonardo figura maternal para Melina, Araceli representa la dualidad entre lo mortal y lo divino, viviendo a la sombra de un amor imposible pero guiada por un amor inquebrantable por su hijo y una esperanza persistente de reconciliación y redención.
Leonardo

Leonardo, hijo mortal de Araceli, creció a la sombra de su hermano semidiós, Hernán, cargando con el peso de la comparación constante y el resentimiento profundo hacia una madre que amó a un dios. Marcado por los celos y el deseo de pertenencia, su alma se debate entre la necesidad de venganza y la esperanza de redención. Aunque planea perjudicar a Hernán, su afecto genuino por Melina, la prometida de su hermano, lo pone frente a un dilema moral que lo arrastra a una lucha interna entre el rencor y el anhelo de reconciliación, revelando así su carácter trágico y complejo.

Don Carlos

Carlos, padre de Melina, es un hombre marcado por la tragedia y el remordimiento tras perder a su esposa e hijo en un suicidio que lo dejó devastado. A pesar de su dolor, se esfuerza por ser un pilar para su hija. Gobernante íntegro de un territorio en crisis, Carlos lucha por redimirse de sus errores pasados y encontrar sentido en medio del caos, dedicando su vida a honrar la memoria de su familia y a construir un futuro más justo para su pueblo.
Eunice

Eunice, fue una mujer de espíritu sereno y alma poética, profundamente enamorada de Carlos, con quien compartía una vida sencilla pero llena de amor. Su presencia irradiaba dulzura y sensibilidad, y encontraba consuelo en la música y la naturaleza, donde sentía que su existencia tomaba sentido. Sin embargo, tras la pérdida de su hijo, el dolor se volvió insoportable, sumiéndola en un silencio que ni el amor de su esposo logró romper. Incapaz de soportar la ausencia y el vacío, Eunice tomó la decisión de seguir a su hijo en la muerte, dejando atrás un eco de ternura y tragedia que marcó para siempre el corazón de Carlos y la vida de su hija Melina.

Cleo

Musa de la historia, la tragedia y la elegía, irradia una sabiduría antigua y una belleza deslumbrante. Su mirada penetrante y su lenguaje corporal evocan las tragedias que han marcado la humanidad. Con movimientos elegantes y precisos, Cleo guía al público a través de narrativas profundas, reflexionando sobre la efimeridad de la existencia y la importancia de la memoria histórica. Es un puente entre el pasado y el presente, recordando que la historia vive en todos nosotros.
Talia

Talía, musa de la comedia y la retórica, es una figura encantadora cuya energía lúdica y carisma irresistible iluminan cualquier espacio. Con una sonrisa traviesa y gestos exagerados, utiliza su cuerpo como herramienta expresiva para provocar la risa y la reflexión, desafiando la solemnidad con humor agudo y observador. Su expresión se mueve entre la burla y la profundidad, recordándonos que incluso en los momentos más oscuros hay espacio para la sátira. Talía invita al público a ver la ironía en sus propias vidas, demostrando que el humor puede ser tanto refugio como transformación.

Caliope

Caliope, musa de la música, la danza y la lírica, es la personificación de la belleza etérea y la esencia del arte. Con una presencia serena y radiante, su energía vibrante contagia al público, mientras su danza se convierte en un canal para expresar emociones profundas. Cada movimiento fluye con gracia, como si estuviera impregnado de melodías invisibles, y su expresión oscila entre la alegría desbordante y la melancolía introspectiva. A través de su arte, Calíope invita a los espectadores a sentir la música en sus corazones y a conectar visceralmente con la complejidad de la experiencia humana.
